Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las definiciones más controvertidas y complicadas. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que llegar, sin embargo, parece ser que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en el día a día, y quizá su principal característica sea la futilidad, su capacidad de aparecer y desaparecer de forma constante a lo largo de nuestras vidas.
Otra de las controversias en torno a este tema es dónde buscar la felicidad, si en acontecimientos externos y materiales o en nuestro interior, en nuestras propias disposiciones internas. Aún hoy es difícil responder a esta cuestión.Por esta razón, y desde un punto de vista psicológico, el estudio del bienestar subjetivo parece preferible al abordaje de la felicidad.
La felicidad, concepto con profundos significados , incluye alegría, pero también otras muchas emociones, algunas de las cuales no son necesriamente positivas (compromiso, lucha, reto, incluso dolor).
Es la motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo de ello,su búsqueda, y no el logro o la satisfacción de los deseos, lo que produce en las personas sentimientos positivos más profundos.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Personas "feliices" son aquellas que cono una larga expectative de vida y se consideran a sí mismas como básicamente conformes con la vida que llevan. A esto la NEF (siglas de "New Economics Foundation" añadió algo bastante diferente -- o sea el grado en el que los habitantes de una nación utilizan "una cantidad adecuada de recursos naturales". No debería sorprendernos que la investigacion hubiera sido financiada parcialmente por Los Amigos de la Nueva Tierra. En el corto de prensa, que señala que Vanuatu había alcanzado el primer lugar en el Ïndice de felicidad en el Planeta, la NEF declaró que los resultados de su investigación más que "sorprendentes" eran "impactantes". "Los rangos desenmascararán un orden mundial muy diferente a aquel proclamado por los auto-nombrados líderes mundiales del G8. Por ejemmplo, el Reino Unido está ubicado en un decepcionante puesto 108, mientras USA cayó aún más bajo, al lugar 150 del Índice".Por cierto, resulta "sorprendente, hasta impactante", pero sólo si el Índice de Felicidad del New Ecoonomics Foundation no se hubiese deliberadamente parcializado hacia aquellos países que dejan menos huellas de contaminación ambiental. En ese sentido, lo que el estudio ha medido no es otra cosa que las buenas opiniones de las mismas personas que pagaron por realizarlo. De hecho, la NEF ni siquiera consultó al pueblo de Vanuatu acerrca de cuán felices ellos realmente se sentían. Todos los puntos alcanzados por "satisfacción" provinieon de la Encuesta Mundial de Valores, un estudio ralizado con anterioridad. El personal de la Encuesta Mundial de Valores jamás puso pie en el archipiélago de Vanuatu - una encuesta por teléfono apenas cuenta como una opinión. De manera que lo realizado por los amigos de Amgos de la Tierra es lo que los técnicos en estadística llaman "extrapolación" y lo que el resto de nosotros llamamos "elucubrar". En pocas palabras, la BBC resultó engatusada.Por otra parte, existe una verdad más básica y no tan "sorprendente" detrás del desliz estadístico de la NEF. La idea de que una inocente y bucólica existenciia, libre de conocimientos nocivos, se encuentra pofundamente enquistada en nuestra psíquis: la ccnocemos como el Jardín del Edén y la bíblicammente denominada isla de Pentecostés se adapta perfectamente a nuestra percepción de cómo debería ser el paraíso. Puede que ni a usted ni a mí nos agrade la idea de se transportados a Pentecostés para pasar allí el resto de nuestra vida trabajando descalzos en los campos, pero eso es porque nosotros nos daríamos cuenta de lo quenos estaríamos perdiendo.Este sentido de cuán subjetiva resulta ser la felicidad forma el núcleo de un muy reciente estudio, mucho más importante que el ambiguo dossier publicado tan exitosamente por la NEF. Recientemente fue publicado en el jornal científico The Lancet y, hasta donde lo he podido comprrobar, The Independent sería el único periódico que ha tenido el coraje de realizar un seguimiento bajo el titulo: "Niños minusváliidos igual de felices que sus normales compañeros de estudios". Investigadores de la Universiidad Newcastle aplicaron en 500 jóvenes con parálisis cerebral, en siete paíises europeos, las técnicas standard de auto-evaluación empleados para preguntar a niños acerca de sus niveles de felicidad. El resultado, según el Profesor Allan Colver, quien dirigíó la investigación, "demostró que niños con parálisis cerebral poseen niveles de feliciiidad no muy diferentes a los del resto de la población en general". En una entrevista presentada en la págiina web de The Lancet, El Prof. Colver explicó porqué este resultado resulta mucho menos sorprendente de lo que pareció a muchos: "Alguien, sin una incapacidad, diría que sería infeliz si estuviera incapacitado; pero para la persona con parálisis cerebrral - eso mismo es lo que son, y mientras van creciendo y desarrollan su sentido de auto-conciencia, su impedimento no puede ser abstraído del resto de su identidad como seres humanos."Esta introspección resulta especialmente valiosa para padres futuros y padres principiantes. Todavía existe un tremendo temor de dar a luz a un niño con un impedimento, basándose en el supuesto que tal niño será desgarradoramente infeliz, merecedor de lástima. Los padres de uno de aquellos niños saben que esa es una falsa suposición, pero a veces se los justifica porque aparentemente "están haciendo lo mejor de un mala situación". Como lo destaca el Prof. Clover, luego de la publicación de su investigación, "a los padres de un niño diagnosticado con parálisis cerebral ahora se les puede asegurar que la mayoría de niños con esta condición, pero capaces de establecer comunicación, gozan de similar calidad de vida que los niiños normales". Su utilización del concepto "calidad de vida" es particularmente revelador, ya que demuestra que este término frecuentemente, aunque de manera desacertada, está formado por criterios objetivos, cuando más bien está estrechamente ligado al criterio del sujeto bajo estudio. Por ejemplo, si yo llegara a tener un derrame cerebral y tuviera que deambular en una silla de ruedas por el resto de mi vida, me lamentaría por mi pérdida; pero si no hubiera conocido previamente otra existencia, no sentiría lástima por mi incapacidad de caminar, así como ahora no siento lástima por mi inabilidad de volar.
Otra de las controversias en torno a este tema es dónde buscar la felicidad, si en acontecimientos externos y materiales o en nuestro interior, en nuestras propias disposiciones internas. Aún hoy es difícil responder a esta cuestión.Por esta razón, y desde un punto de vista psicológico, el estudio del bienestar subjetivo parece preferible al abordaje de la felicidad.
La felicidad, concepto con profundos significados , incluye alegría, pero también otras muchas emociones, algunas de las cuales no son necesriamente positivas (compromiso, lucha, reto, incluso dolor).
Es la motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo de ello,su búsqueda, y no el logro o la satisfacción de los deseos, lo que produce en las personas sentimientos positivos más profundos.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Personas "feliices" son aquellas que cono una larga expectative de vida y se consideran a sí mismas como básicamente conformes con la vida que llevan. A esto la NEF (siglas de "New Economics Foundation" añadió algo bastante diferente -- o sea el grado en el que los habitantes de una nación utilizan "una cantidad adecuada de recursos naturales". No debería sorprendernos que la investigacion hubiera sido financiada parcialmente por Los Amigos de la Nueva Tierra. En el corto de prensa, que señala que Vanuatu había alcanzado el primer lugar en el Ïndice de felicidad en el Planeta, la NEF declaró que los resultados de su investigación más que "sorprendentes" eran "impactantes". "Los rangos desenmascararán un orden mundial muy diferente a aquel proclamado por los auto-nombrados líderes mundiales del G8. Por ejemmplo, el Reino Unido está ubicado en un decepcionante puesto 108, mientras USA cayó aún más bajo, al lugar 150 del Índice".Por cierto, resulta "sorprendente, hasta impactante", pero sólo si el Índice de Felicidad del New Ecoonomics Foundation no se hubiese deliberadamente parcializado hacia aquellos países que dejan menos huellas de contaminación ambiental. En ese sentido, lo que el estudio ha medido no es otra cosa que las buenas opiniones de las mismas personas que pagaron por realizarlo. De hecho, la NEF ni siquiera consultó al pueblo de Vanuatu acerrca de cuán felices ellos realmente se sentían. Todos los puntos alcanzados por "satisfacción" provinieon de la Encuesta Mundial de Valores, un estudio ralizado con anterioridad. El personal de la Encuesta Mundial de Valores jamás puso pie en el archipiélago de Vanuatu - una encuesta por teléfono apenas cuenta como una opinión. De manera que lo realizado por los amigos de Amgos de la Tierra es lo que los técnicos en estadística llaman "extrapolación" y lo que el resto de nosotros llamamos "elucubrar". En pocas palabras, la BBC resultó engatusada.Por otra parte, existe una verdad más básica y no tan "sorprendente" detrás del desliz estadístico de la NEF. La idea de que una inocente y bucólica existenciia, libre de conocimientos nocivos, se encuentra pofundamente enquistada en nuestra psíquis: la ccnocemos como el Jardín del Edén y la bíblicammente denominada isla de Pentecostés se adapta perfectamente a nuestra percepción de cómo debería ser el paraíso. Puede que ni a usted ni a mí nos agrade la idea de se transportados a Pentecostés para pasar allí el resto de nuestra vida trabajando descalzos en los campos, pero eso es porque nosotros nos daríamos cuenta de lo quenos estaríamos perdiendo.Este sentido de cuán subjetiva resulta ser la felicidad forma el núcleo de un muy reciente estudio, mucho más importante que el ambiguo dossier publicado tan exitosamente por la NEF. Recientemente fue publicado en el jornal científico The Lancet y, hasta donde lo he podido comprrobar, The Independent sería el único periódico que ha tenido el coraje de realizar un seguimiento bajo el titulo: "Niños minusváliidos igual de felices que sus normales compañeros de estudios". Investigadores de la Universiidad Newcastle aplicaron en 500 jóvenes con parálisis cerebral, en siete paíises europeos, las técnicas standard de auto-evaluación empleados para preguntar a niños acerca de sus niveles de felicidad. El resultado, según el Profesor Allan Colver, quien dirigíó la investigación, "demostró que niños con parálisis cerebral poseen niveles de feliciiidad no muy diferentes a los del resto de la población en general". En una entrevista presentada en la págiina web de The Lancet, El Prof. Colver explicó porqué este resultado resulta mucho menos sorprendente de lo que pareció a muchos: "Alguien, sin una incapacidad, diría que sería infeliz si estuviera incapacitado; pero para la persona con parálisis cerebrral - eso mismo es lo que son, y mientras van creciendo y desarrollan su sentido de auto-conciencia, su impedimento no puede ser abstraído del resto de su identidad como seres humanos."Esta introspección resulta especialmente valiosa para padres futuros y padres principiantes. Todavía existe un tremendo temor de dar a luz a un niño con un impedimento, basándose en el supuesto que tal niño será desgarradoramente infeliz, merecedor de lástima. Los padres de uno de aquellos niños saben que esa es una falsa suposición, pero a veces se los justifica porque aparentemente "están haciendo lo mejor de un mala situación". Como lo destaca el Prof. Clover, luego de la publicación de su investigación, "a los padres de un niño diagnosticado con parálisis cerebral ahora se les puede asegurar que la mayoría de niños con esta condición, pero capaces de establecer comunicación, gozan de similar calidad de vida que los niiños normales". Su utilización del concepto "calidad de vida" es particularmente revelador, ya que demuestra que este término frecuentemente, aunque de manera desacertada, está formado por criterios objetivos, cuando más bien está estrechamente ligado al criterio del sujeto bajo estudio. Por ejemplo, si yo llegara a tener un derrame cerebral y tuviera que deambular en una silla de ruedas por el resto de mi vida, me lamentaría por mi pérdida; pero si no hubiera conocido previamente otra existencia, no sentiría lástima por mi incapacidad de caminar, así como ahora no siento lástima por mi inabilidad de volar.
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